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Aceptación y Rendición. La Aceptación del Ahora. Primera parte

Practicando el Poder del Ahora, fragmento.
Eckhart Tolle

Cuando te rindes a lo que es y estás plenamente presente, el pasado ya no tiene ningún poder.
Entonces se abre el reino del Ser, que había quedado oscurecido por la mente.
De repente, surge una gran quietud dentro de ti, la sensación de una paz insondable.
Y en esa paz hay una gran alegría. Y dentro de esa alegría hay amor.
Y en su núcleo más interno está lo sagrado, lo inconmensurable, Eso que no puede ser nombrado.

LA IMPERMANENCIA Y LOS CICLOS DE LA VIDA

Hay fases de éxito, en que las cosas vienen a ti y se desarrollan, y fases de fracaso en que las cosas se marchitan, se desintegran y tienes que dejarlas ir para que puedan surgir otras nuevas, o para que se produzca la transformación. Si, llegado a ese punto, te apegas y te resistes, te estás negando a seguir el flujo de la vida, y eso te hará sufrir. La disolución es necesaria para que se produzca un nuevo crecimiento. Ambos aspectos no pueden existir separadamente.

camino La fase descendente del ciclo es absolutamente esencial para la realización espiritual. Debes de haber fracasado rotundamente a algún nivel, o haber experimentado una pérdida seria o un dolor, para sentirte atraído por la dimensión espiritual. O quizá el éxito mismo haya perdido significado, quedándose vacío y convirtiéndose en fracaso. El fracaso reside oculto en cada éxito, y el éxito en cada fracaso. En este mundo, es decir, en el nivel de las formas, todos «fracasamos» antes o después, y todas las realizaciones acaban convirtiéndose en nada. Todas las formas son impermanentes. Puedes mantenerte activo y disfrutar manifestando y creando nuevas formas y circunstancias, pero ya no te identificarás con ellas. No las necesitas para tener una identidad. Ellas no son tu vida; sólo son tu situación de vida.

El ciclo tiene una duración variable que va de unas pocas horas a varios años. Hay ciclos largos y ciclos breves dentro de los ciclos largos. Muchas enfermedades se generan por luchar contra las fases de baja energía, que son vitales para la regeneración. La acción compulsiva y la tendencia a extraer la propia autoestima y la identidad de factores externos, como el éxito, es una ilusión inevitable mientras te identifiques con la mente. Esto hace que no puedas aceptar las fases bajas del ciclo, que no las dejes ser. Finalmente, la inteligencia del organismo puede adueñarse de la situación como medida de autoprotección y provocar una enfermedad, que te obligue a detenerte, para que pueda tener lugar la necesaria regeneración.

En cuanto la mente juzga que un estado o situación es «bueno», le toma apego y se identifica con él, tanto si se trata de una relación como de una posesión, un papel social, un lugar o tu cuerpo físico. La identificación te da una cierta alegría, hace que te sientas bien contigo mismo, y ese estado o situación puede llegar a convertirse en parte de quien eres o de quién crees ser; pero nada es duradero en esta dimensión. La situación acaba, o cambia, o puede producirse un cambio de polaridad: lo que ayer o el año pasado era bueno, súbita o gradualmente se vuelve malo. La misma situación que antes te hacía sentir bien, ahora te hace desgraciado. La prosperidad de hoy se convierte en el consumismo vacío de mañana. La boda feliz y la luna de miel se convierten en un doloroso divorcio o en una convivencia infeliz.

O también puede ocurrir que desaparezca una situación y su ausencia te haga infeliz. Cuando el estado o situación con el que la mente se ha identificado cambia o desaparece, ésta no puede aceptarlo. Se apegará al estado que ha desaparecido y se resistirá al cambio. Es casi como si nos cortaran un miembro del cuerpo.

Esto significa que tu creencia de felicidad y tu infelicidad son, de hecho, la misma cosa. Sólo las separa la ilusión del tiempo.

NO OFRECER RESISTENCIA A LA VIDA es estar en un estado de gracia, tranquilidad y ligereza, un estado que no depende de que las cosas sean de cierta manera, buenas o malas. Parece paradójico y, sin embargo, cuando desaparece la dependencia interna de la forma, la situación general de tu vida, lo que tiene relación con las formas externas, parece mejorar enormemente. Las cosas, las personas o las situaciones que creías necesitar para sentir la felicidad que ya posees, ahora llegan a ti sin esfuerzo ni lucha por tu parte, y eres libre de disfrutarlas y apreciarlas mientras duren. Todas esas cosas, evidentemente, seguirán teniendo un final, los ciclos irán y vendrán, pero cuando desaparece la dependencia, desaparece también el miedo a la pérdida. La vida fluye con tranquilidad.

La supuesta felicidad, derivada de una fuente secundaria nunca es muy profunda. Sólo es un pálido reflejo de la alegría de Ser, de la vibrante paz que encuentras en tu interior cuando entras en el estado de no-resistencia. El Ser te lleva más allá de los opuestos polares de la mente y te libera de la dependencia de la forma. Aunque todo colapsara y se derrumbara a tu alrededor, en lo profundo de tu núcleo interno seguirías sintiéndote en paz.

USO Y RENUNCIA DE LA NEGATIVIDAD

Toda resistencia interna se experimenta como negatividad de uno u otro tipo. Toda negatividad es resistencia. En este contexto, ambas palabras son casi sinónimas. La negatividad va desde la irritación o la impaciencia hasta la ira encendida, desde el estado de depresión anímica o resentimiento hasta la desesperación suicida. A veces la resistencia activa el cuerpo-dolor emocional y, en tal caso, cualquier roce sin importancia puede producir una intensa negatividad en forma de ira, depresión o una pena muy honda.

Si «tú» —la mente— no creyeras que la negatividad funciona, ¿para qué habrías de crearla? La cuestión es que, de hecho, la negatividad no funciona. En lugar de atraer un estado deseable, más bien le impide emerger. En lugar de disolver un estado indeseable, lo mantiene en su lugar. La única «utilidad» de la negatividad es fortalecer esa parte de tu mente que te lleva al malestar, una y otra vez.

Cuando estás identificado con una emoción negativa no quieres soltarla, y en algún profundo nivel inconsciente no deseas un cambio para mejor porque pondría en peligro tu identidad de persona deprimida, enfadada o maltratada. Entonces ignorarás, negarás o sabotearás lo positivo de tu vida. Éste es un fenómeno bastante común. Y una locura.

OBSERVA CUALQUIER PLANTA O ANIMAL Y PERMITE QUE TE ENSEÑE A ACEPTAR LO QUE ES, a rendirte al ahora. Deja que te enseñe a Ser. Deja que te enseñe integridad, qué significa ser uno mismo, ser real. Deja que te enseñe a vivir y a morir, y a no hacer un problema de la vida y de la muerte.

Las emociones negativas recurrentes contienen a veces un mensaje, como también lo contienen las enfermedades. Pero cualquier cambio que introduzcas, tanto si tiene que ver con tu trabajo como si afecta a tus relaciones o a tu entorno, será superficial a menos que surja de un cambio en tu nivel de conciencia. Y en cuanto a eso sólo puedo sugerirte una cosa: mantente más presente. Cuando hayas alcanzado cierto grado de presencia, ya no necesitarás que la negatividad te indique qué necesita tu situación de vida. Pero mientras la negatividad esté ahí, úsala. Úsala como recordatorio de que has de estar más presente.

Cuando sientas surgir la negatividad en tu interior, tanto si está causada por algo externo como si está provocada por un pensamiento o por nada concreto de lo que seas consciente, considérala una voz que te dice: «Atención. Aquí y ahora. Despierta. Sal de tu mente. Mantente presente.» Resuelve.

dancing-woman-sunset-sunshine-happiness-prezent-moment-nowHasta la más leve irritación es significativa y tiene que ser reconocida y registrada para que no haya una acumulación de reacciones no observadas. Es posible que al darte cuenta de que no quieres tener ese campo energético negativo en tu interior, de que no tiene ningún propósito, simplemente renuncies a él. Pero, si es así, asegúrate de soltarlo completamente. Si no puedes hacerlo, acepta que está ahí y lleva tu atención a la sensación.

La Autodependencia

LA AUTODEPENDENCIA

Autodepender,  significa establecer que no soy omnipotente, que me sé vulnerable y que estoy a cargo de mí. Yo soy el director de esta orquesta, aunque no pueda tocar todos los instrumentos, tengo la batuta.

Yo soy el protagonista de mi propia vida, aunque no soy el único actor de mi película.

Autodependencia significa dejar de colgarme del cuello de los otros. Puedo necesitar su ayuda en algún momento, pero mientras sea yo quien tenga la llave, esté la puerta cerrada o abierta, nunca estoy encerrado.

Autodependencia significa contestarse las 3 preguntas esenciales básicas, y en este orden:

  1. Quién soy

  2. Adónde voy

  3. Con quién

 

mariposaCuidado con tratar de decidir adónde voy según con quién estoy. Cuidado con definir quién soy,  a partir de quién me acompaña.

Para saber quién soy, hace falta poder escuchar. Cuanto más te muestre de mí y más te escuche, más voy a saber de mí. Y cuanto más sepa de mí, de mejores maneras voy a estar a cargo de mi persona y menos dependiente seré del afuera. Solamente si me conozco voy a poder transitar el espacio de aportarte lo mejor que tengo.

tumblr_mqq4ivpl641st5lhmo1_1280Para autodepender, requiero pensarme a mí, como el centro de todas las cosas que me pasan y no dejarme manipular. He de tener la capacidad de “defender”,  el lugar que ocupo y la persona que soy, de tener fuerzas para no dejar de ser el que soy, para complacer a otros. He de afirmarme en mis decisiones, tener criterio propio y cuidar mis espacios,  de presuntos invasores y depredadores. He de tener el coraje de ser quien soy.

No nos vamos a quedar sin posibilidad de amar a los otros,  si nos amamos a nosotros mismos.

Para poder ayudarte, pedirte, ofrecerte, para poder darte lo que tengo para darte y poder recibir lo que tú tengas para darme, primero voy a tener que conquistar este lugar, el lugar de la autodependencia.

Requiero concederme a mí mismo algunos permisos, para permitirme ser auténticamente quien soy:

  1. Permiso de estar y de ser quien soy, en lugar de creer que debo esperar que otro determine dónde yo debería estar o cómo      debería ser.
  2. Permiso de sentir lo que siento, en vez de sentir  lo que otros sentirían en mi lugar.
  3. Permiso de pensar lo que pienso y también el derecho de decirlo, si quiero, o de callármelo, si es que así me conviene.
  4. Permiso de correr los riesgos que yo decida correr, con la única condición de aceptar pagar yo mismo los precios de  esos riesgos.
  5. Permiso de buscar lo que yo creo que necesito del mundo, en lugar de esperar que alguien me dé el permiso para obtenerlo.

chicaNinguno de estos permisos,  incluye mi derecho a que otro sea como yo quiero, a que otro sienta como yo siento, a que otro piense lo que a mí me conviene, a que otro no corra ningún riesgo porque yo no quiero que lo corra, o a que otro me pida permiso para tener lo que necesita. Estos permisos no pueden incluir el deseo de que el otro, no sea una persona, la intención de esclavizar a otro. Porque mi autodependencia irremediablemente me compromete a defender la tuya y la de todos.

Somos cómplices obligados de todo lo que nos sucede, porque de una manera o de otra, hemos elegido. Y siempre hay un precio que pagar. Pero precisamente porque es mi decisión. es que tiene mérito. Mi historia personal puede condicionar mi elección, pero no me quita la posibilidad de elegir; ahí está mi libertad y soy responsable de mis elecciones.

Es importante empezar a darnos cuenta que nuestra relación con nosotros mismos,  con los demás y con el mundo, en realidad es hacer cosas “con” los otros. Y que esté “con el otro” es autónomo, que depende de mi libre decisión de hacerlo.

  • Que no hago las cosas por ti y que por eso no me debes nada.
  • Que no haces las cosas por mí y por eso no te debo nada.
  • Que en todo caso, hacemos las cosas juntos,  y estamos alegres por eso.

Aprender a caminar juntos será nuestro nuevo desafío… desde el respeto, el amor, la conciencia y la responsabilidad.

El amor concede, empuja, fomenta que, aquellos a quienes yo amo, transiten también espacios cada vez menos dependientes. No intentaré que me temas, ni que me odies, ni que me necesites, ni me haré la víctima para que me tengas lástima… me conformaré con que me quieras o no. Y en todo caso, si no me quieres, no te angusties por mí… siempre habrá alguien capaz de quererme…

(Resumen del libro “El camino de la Autodependencia” de Jorge Bucay)

Estatutos del Hombre y de la Mujer

Mario Benedetti

Artículo I.

Queda decretado que ahora vale la vida,
que ahora vale la verdad,
y que de manos dadas
trabajaremos todos por la vida verdadera.

Artículo II.

Queda decretado que todos los días de la semana,
inclusive los martes más grises,
tienen derecho a convertirse en mañanas de domingo.

Artículo III.

Queda decretado que, a partir de este instante,
habrá girasoles en todas las ventanas,
que los girasoles tendrán derecho
a abrirse dentro de la sombra;
y que las ventanas deben permanecer el día entero
abiertas para el verde donde crece la esperanza.

Artículo IV.

Queda decretado que el hombre
no precisará nunca más
dudar del hombre.
Que el hombre confiará en el hombre
como la palmera confía en el viento,
como el viento confía en el aire,
como el aire confía en el campo azul del cielo.
Párrafo único:
El hombre confiará en el hombre
como un niño confía en otro niño.

Artículo V.

Queda decretado que los hombres
están libres del yugo de la mentira.
Nunca más será preciso usar
la coraza del silencio
ni la armadura de las palabras.
El hombre se sentará a la mesa
con la mirada limpia,
porque la verdad pasará a ser servida
antes del postre.

Artículo VI.

Queda establecida, durante diez siglos,
la práctica soñada por el profeta Isaías,
y el lobo y el cordero pastarán juntos
y la comida de ambos tendrá el mismo gusto a aurora.

Artículo VII.

Por decreto irrevocable
queda establecido
el reinado permanente
de la justicia y de la claridad.
Y la alegría será una bandera generosa
para siempre enarbolada
en el alma del pueblo.

Artículo VIII.

Queda decretado que el mayor dolor
siempre fue y será siempre
no poder dar amor a quien se ama,
sabiendo que es el agua
quien da a la planta el milagro de la flor.

Artículo IX.

Queda permitido que el pan de cada día
tenga en el hombre la señal de su sudor.
Pero que sobre todo tenga siempre
el caliente sabor de la ternura.

Artículo X.

Queda permitido a cualquier persona,
a cualquier hora de la vida,
el uso del traje blanco.

Artículo XI.

Queda decretado, por definición,
que el hombre es un animal que ama,
y que por eso es bello,
mucho más bello que la estrella de la mañana.

Artículo XII.

Decrétese que nada estará obligado ni prohibido,
todo será permitido,
incluso brincar con los rinocerontes
y caminar por las tardes
con una inmensa begonia en la solapa.
Párrafo único:
Solo una cosa queda prohibida:
amar sin amor.

Artículo XIII.

Queda decretado que el dinero
no podrá nunca más comprar
el sol de las mañanas venideras.
Expulsado del gran baúl del miedo,
el dinero se transformará en una espada fraternal
para defender el derecho de cantar
y la fiesta del día que llegó.

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Artículo Final.

Queda prohibido el uso de la palabra libertad,
la cual será suprimida de los diccionarios
y del engañoso pantano de las bocas.
A partir de este instante
la libertad será algo vivo y transparente
como un fuego o un río,
y su morada será siempre
el corazón del hombre.

Cambiar los pensamientos, para cambiar la experiencia de vida (segunda parte)

Joe Dispenza

¿Y cómo se hace?

Tenemos dos sistemas de memoria: el declarativo y el no declarativo, el subconsciente.

Las memorias declarativas son memorias explícitas: conocimiento y experiencia, hechos y eventos, filosofía y experiencia, y cuando aprendemos algo nuevo, todo lo que se ha aprendido queda aquí, programado en el neocortex, en el cerebro, y empezamos a pensar en esto y a analizarlo y a reflexionar sobre ello y a meditar sobre ello, al hacerlo, vamos a organizar los circuitos en el cerebro.

Pero cuando finalmente aprendemos la información, y la aplicamos, la personalizamos, la demostramos, modificamos nuestra conducta, ahí si vamos a tener una nueva experiencia y esa nueva experiencia va a crear una nueva emoción, y ahora tenemos dos cerebros funcionando juntos, el cerebro pensante y el que siente. Tenemos mente y cuerpo comenzando a unificarse.

El conocimiento, es el precursor de la experiencia. Cuando hacemos lo nuevo una y otra vez, activamos este sistema de memoria no declarativo, subconsciente. Este es el sistema de memoria implícito en el cual el cuerpo lo ha hecho tantas veces que ahora sabe más que el cerebro, ahora se ha convertido en el cerebro. Aquí es cuando mente y cuerpo están trabajando juntos. Aquí están nuestras habilidades, nuestras conductas, nuestras reacciones emocionales, nuestros condicionamientos. Es nuestra memoria asociativa y una vez que estamos ahí, en este estado del ser, significa que mente, cuerpo y esencia, están trabajando juntos.

Una persona intelectualmente puede declarar que quiere estar en bienestar, pero su ser está infeliz, porque simplemente es una habilidad que debe adquirir. Cuando la mente quiere una cosa y el cuerpo quiere otra, no se responden nuestras peticiones, no podemos cambiar como nos sentimos.

La persona que realmente quiere cambiar su forma de sentir, si comenzara a volverse consciente y hacer que sus pensamientos inconscientes, sus acciones inconscientes y sus sentimientos inconscientes se vuelvan conscientes, comenzará a manejarlos, y si comienza a practicar esta nueva manera de ser, de pensar a hacer, ese nuevo estado químico interno que modificó, ahora será superior a cualquier cosa en su vida externa.

El campo cuántico responde a la forma en que nos manifestamos. El campo cuántico organiza los eventos, las experiencias, para que vengan a nosotros y eso es la alegría de estar vivo.

La neuroplasticidad

Tenemos tres cerebros en uno: el pensante, el neocortex; el cerebro emocional, el que hace cosas; y el del ser, el cerebelo. La posibilidad de conexiones de las neuronas en el cerebro humano es mayor que la cantidad de átomos en el universo. Las neuronas son tridimensionales, más o menos 100 mil neuronas caben en un grano de arena. Aprender significa crear nuevas conexiones sinápticas entre ellas.

La neuroplasticidad es la habilidad de cambiar el alambrado sináptico del cerebro. Al aprender información y registrar experiencias y mantener un estado modificado del ser, la plasticidad nos permite evolucionar nuestras acciones o modificar nuestra conducta de modo que podamos hacer mejor las cosas en la vida.

Por el contrario, la que yo llamo “neurorigidez” es el usar nuestras conexiones sinápticas precableadas, es decir, memorias. Sin hacer nuevas conexiones, no se aprende de la experiencia. Rigidez es procesar los mismos pensamientos, realizar las mismas acciones y luego esperar que ocurra algo distinto, y eso, por supuesto, es bastante complejo.

La mente, es el cerebro en acción, es el cerebro trabajando, un producto de la actividad del cerebro. El lóbulo frontal es la base de nuestra voluntad, de nuestro aprendizaje, de nuestra intención, atención, invención, especulación, toma de decisiones, es como manejamos nuestra conducta, es como nos concentramos. Además, es lo que restringe nuestras reacciones emocionales. Es la parte más nueva y más evolucionada del cerebro y del sistema nervioso, y es la parte más neuroplástica de todo el cerebro.

Cuando el lóbulo frontal trabaja correctamente nos permite que un pensamiento sea más real que todo lo demás. Y esto es porque tiene conexiones a todas las partes del cerebro y puede acallar todos los demás circuitos para que nada más se pueda procesar salvo ese pensamiento. Así es como puede modificar nuestra conducta y combinar todas estas redes neuronales dentro de nuestro cerebro para crear una nueva idea.

¿Cómo lo logramos?

Decidir conscientemente una nueva forma de pensamiento y practicar esta nueva manera de comportarse, hasta que se nos haga conocido, familiar. Esta práctica mental básicamente trata de pensar en cómo queremos comportarnos ahora. Es imaginar ya realizada una nueva habilidad, es reproducir constantemente el mismo nivel de mente a voluntad y conviene practicarlo todos los días, para que se formen estos nuevos circuitos.

Se trata de preguntarse cómo pensaría una persona con la característica que queremos adquirir, por ejemplo, una persona saludable. ¿Cómo pensaría una persona saludable? ¿Cómo actuaría? Quiero A medida que se empieza a enviar esas señales a las neuronas, al principio hay un problema: están todas esas otras neuronas que están disparando al mismo tiempo y dicen “no eres saludable, ándate a dormir, empieza mañana, el doctor dijo que vas a estar enfermo para siempre…”

Podemos insistir y decir una y otra vez nuestro nuevo pensamiento, y cada vez más fuerte. El proceso de hacerlo una y otra vez en forma repetida, con una férrea intención, tarde o temprano se convertirá en una señal más fuerte, sólida, hacia las células. Y una vez que ésta sea la señal más fuerte que llega a la célula, el circuito va a tener que cablearse de manera permanente.

Ahora, cuando apliquemos este nuevo paradigma con éxito, nuestro cerebro ya no será un registro del pasado, sino que será un mapa hacia nuestro nueva forma de pensar y por lo tanto, de sentir. La ley cuántica dice, que nuestro ambiente es una extensión de nuestra mente. Si cambiamos nuestra mente, nuestra experiencia de vida, probablemente cambiará, ahora!

“Nuestro Cerebro”, Joe Dispenza

Joe Dispenza lleva décadas estudiando la mente humana: cómo trabaja… Podemos reprogramar y desarrollar nuestro cerebro, cambiando el “comportamiento separador”. En la película Joe Dispenza comienza a explicar cómo funciona el cerebro…, “tu mente inmortal”.

 

Cambiar los pensamientos, para cambiar la experiencia de vida (primera parte)

Joe Dispenza

Una manera sencilla de ver qué relación existe entre nuestro cuerpo y nuestros pensamientos, es observar lo que sucede con el estrés. Tenemos dos sistemas de protección en nuestro cuerpo: el sistema de protección externo, que nos defiende de lo que sucede en nuestro entorno, y el sistema interno, que revisa lo que está pasando en el interior de nuestro organismo.

Si veo a un tigre y si veo a un antiguo jefe, con quien tuve una relación de conflicto, voy a responder de la misma manera; voy a tener la reacción de luchar o correr, pero cuando no puedo pelear, porque no está aceptado socialmente, y no puedo correr, porque… ¿hacia dónde me voy? Entonces los químicos que produce el organismo comienzan a operar en nuestro cuerpo y no hacemos nada con ellos.

Cuando encendemos la respuesta al estrés y no podemos apagarlo, la persona va encaminada a la enfermedad, porque el cuerpo no va a lograr soportar un desequilibrio tanto tiempo. Entonces sucede lo que llamamos ansiedad o desórdenes obsesivos compulsivos, insomnio, depresión… Todas las enfermedades de adultos, están creadas por los químicos del estrés, y la redundancia de esos químicos y se activa el malestar, que de manera natural, muestra que hay algo que resolver.

Si estamos movilizando toda nuestra energía para el sistema de protección externo, no hay energía para el sistema de protección interno, no hay energía para los proyectos de creación a largo plazo, no hay energía para las reparaciones, el crecimiento y la regeneración. Entonces, si dos células cancerígenas se juntan, toda la energía se está movilizando para el sistema de protección externo, por lo que no hay seguridad interna: se juntan estas dos células de cáncer y crecen, porque nadie las revisa, porque nuestras tropas están siendo enviadas para otro lado. Es como si supiéramos que viene un huracán, ¿quién pensaría en remodelar su cocina? Eso es exactamente lo que pasa en el cuerpo. No hay energía para la reparación, no hay energía para proyectos de construcción a largo plazo, y el sistema de protección interno, el sistema inmunológico, comienza a verse afectado.

Entonces, ¿los pensamientos pueden también sanarnos?

Si nuestros pensamientos pueden enfermar al cuerpo ¿no pueden acaso sanarnos también? ¿Podemos crear un nuevo sistema de pensamiento?

Cuando vivimos un estado emocional, siempre va a haber una brecha entre la forma en que se ven las cosas y la forma en que realmente son. Esos químicos de supervivencia son los que nos llevan a estados emocionales disfuncionales.

Podemos cambiar la forma en que funciona nuestra mente, al interrumpir los programas normales de cómo pensamos y sentimos. Al principio, parece muy difícil, porque no sabemos cuán adictos estamos a ciertas formas de pensamiento que llevan a estados emocionales improductivos. Al hacer que nuestros patrones mentales funcionen de manera diferente, estamos creando una mente nueva, y así comenzamos a cambiar nuestro estado mental.

¿Qué es lo que ustedes practican mentalmente todos los días? ¿Qué es lo que usted demuestra físicamente todos los días? Porque lo que practicamos mentalmente, lo que pensamos mentalmente todo el día, y lo que actuamos o demostramos físicamente todos los días, representa quiénes somos del punto de vista neurológico.

Ahora es el momento

Abraham-Hicks-y-las-3-leyes-para-la-manifestacion-de-nuestros-deseosLa física cuántica dice que el ambiente es una extensión de nuestra mente, entonces si realmente cambiamos nuestra mente, ¿no debería aparecer algo totalmente distinto en nuestro mundo?

Algunas personas toman decisiones así: “mañana empiezo”. Existe la intención, pero el cuerpo no recibe la señal. Cuando nos decidimos y decimos “basta, suficiente”, ésa es la primera vez que el cuerpo recibe una señal. Cuando lo hacemos, cuando verdaderamente cambiamos la mente, no es sólo de la mente, es el ser.

Entonces, se requiere llegar de una manera que sea mayor o superior a nuestro entendimiento, que produzca un nuevo sentimiento de entusiasmo, que no deje duda alguna de que ha venido de ti, para que sea cada vez más fácil aceptar que tú eres el creador de tu propio destino.

TODOS SOMOS ESPEJO

Deepak Chopra

Todos somos extensiones del campo universal de energía, distintos puntos de vista de una única entidad. Esto implica ver todas las cosas del mundo, a todas las personas del mundo, y darnos cuenta de que estamos mirando otra versión de nosotros mismos. Tú y yo somos lo mismo. Todo es lo mismo. Todos somos espejos de los demás y debemos aprender a vernos en el reflejo de las demás personas. A esto se llama espejo de las relaciones. A través del espejo de una relación, descubro mi yo no circunscrito. Por esta razón, el desarrollo de las relaciones es la actividad más importante de mi vida. Todo lo que veo a mi alrededor es una expresión de mí mismo.

Las relaciones, son una herramienta para la evolución espiritual, cuya meta última, es la unidad en la conciencia. Todos somos, inevitablemente, parte de la misma conciencia universal, y los verdaderos avances, tienen lugar cuando empezamos a reconocer esa conexión en nuestra vida cotidiana.

Las relaciones son una de las maneras más efectivas para alcanzar la unidad en la conciencia, porque siempre estamos envueltos en relaciones. Piensa en la red de relaciones que mantienes: padres, hijos, amigos, compañeros de trabajo, relaciones amorosas. Todas son, en esencia, experiencias espirituales. Cuando estás enamorado, romántica y profundamente enamorado, tienes una sensación de intemporalidad. En ese momento, estás en paz con la incertidumbre. Te sientes de maravilla, pero vulnerable; sientes cercanía pero también desprotección. Estás transformándote, cambiando, pero sin miedo. Te sientes maravillado. Ésa es una experiencia espiritual.

A través del espejo de las relaciones, de cada una de ellas, descubrimos estados prolongados de conciencia. Tanto aquellos a quienes amamos, como aquellos por quienes sentimos rechazo, son espejos de nosotros. ¿Hacia quiénes nos sentimos atraídos? Hacia las personas que tienen características similares a las nuestras, pero eso no es todo. Queremos estar en su compañía porque subconscientemente sentimos que al hacerlo, nosotros podemos manifestar más de esas características. Del mismo modo, sentimos rechazo hacia las personas que nos reflejan las características que negamos en nosotros. Si sientes una fuerte reacción negativa hacia alguien, puedes estar seguro de que tú y esa persona, tienen características en común, características que no estás dispuesto a aceptar. Si las aceptaras, no te molestarían.

photo1Cuando reconocemos que podemos vernos en los demás, cada relación se convierte en una herramienta para evolución de nuestra conciencia. Gracias a esta evolución, experimentamos estados extendidos de conciencia.

La próxima vez que te sientas atraído por alguien, pregúntate qué te atrajo. ¿Su belleza, gracia, elegancia, autoridad, poder o inteligencia? Cualquier cosa que haya sido, sé consciente de que esa característica también florece en ti. Si prestas atención a esos sentimientos podrás iniciar el proceso de convertirte en ti más plenamente.

Lo mismo se aplica a las personas hacia las que sientes rechazo. Al adoptar más plenamente tu verdadero yo, debes comprender y aceptar, tus características menos atractivas. La naturaleza esencial del Universo es la coexistencia de valores opuestos. No puedes ser valeroso si no tienes a un cobarde en tu interior; no puedes ser generoso si no tienes a un tacaño; no puedes ser virtuoso si no tienes la capacidad para actuar con maldad.

Gastamos, gran parte de nuestras vidas negando este lado oscuro y terminamos proyectando esas características oscuras en quienes nos rodean. ¿Has conocido personas que atraigan sistemáticamente a su vida a los sujetos equivocados? Normalmente, aquéllas no comprenden por qué les sucede esto una y otra vez, año tras año. No es que atraigan esa oscuridad; es que no están dispuestas a aprobarlas en sus propias vidas. Un encuentro con una persona que no te agrada, es una oportunidad para aceptar la paradoja de la coexistencia de los opuestos; de descubrir una nueva faceta de ti. Es otro paso a favor del desarrollo de tu ser espiritual. Las personas más esclarecidas del mundo, aceptan todo su potencial de luz y oscuridad. Cuando estás con alguien que reconoce y aprueba sus rasgos negativos, nunca te sientes juzgado. Esto sólo ocurre cuando las personas ven el bien y el mal, lo correcto y lo incorrecto, como características externas.

Cuando estamos dispuestos a aceptar los lados luminoso y oscuro de nuestro ser, podemos empezar a curarnos y a curar nuestras relaciones. Todos somos multidimensionales, omnidimensionales. Todo lo que existe en algún lugar del mundo también existe en nosotros. Cuando aceptamos esos distintos aspectos de nuestro ser, reconocemos nuestra conexión con la conciencia universal y expandimos nuestra conciencia personal.

Las características que distinguimos más claramente en los demás, están presentes en nosotros. Cuando seamos capaces de ver en el espejo de las relaciones, podremos empezar a ver nuestro ser completo. Para esto es necesario estar en paz con nuestra ambigüedad, aceptar todos los aspectos de nosotros. Necesitamos reconocer, en un nivel profundo, que tener características negativas no significa que seamos imperfectos. Nadie tiene exclusivamente características positivas. La presencia de características negativas sólo significa que estamos completos; gracias a esa totalidad, podemos acceder más fácilmente a nuestro ser universal, no circunscrito.

060811_2100_conexinhuma1Una vez que puedas verte en los demás, será mucho más fácil establecer contacto con ellos y, a través de esa conexión, descubrir la conciencia de la unidad. Éste es el poder del espejo de las relaciones.

Cómo funciona el Reiki

Tomado de la página

El Reiki utiliza la energía del Universo, energía que se transmite simplemente por imposición de manos.

img_como_funciona_el_reiki_5503_orig2222La energía del Reiki no está dirigida por la mente, pero implica conocimiento. Algunos la definen como una fuerza de vida guiada por la sabiduría del Universo, e identifican esa sabiduría con la esencia divina. Hawayo Takata escribió “Creo que existe un único Ser Supremo, el Infinito Absoluto, una fuerza dinámica que rige el mundo y el universo. Es un poder invisible que vibra y ante el cual todos los demás poderes palidecen en la insignificancia, el Gran Espíritu Divino”.

Asimismo, los maestros de Reiki creen que la base de esta forma de curación es el Amor. Del mismo modo que alrededor de cada uno de nosotros existe un campo energético que llamamos “aura”, el universo también posee un aura de varias capas, una de las cuales recibe el nombre de Amor Universal Incondicional. Es por eso, que el Reiki puede ser identificado con el Amor absoluto, que emana de la Divinidad.

Con el Reiki no es preciso manipular la energía ni concentrarse en ella. Tampoco consiste en eliminar la que posee el receptor o aportarle la propia energía. Se trata únicamente de dejar que esa fuerza actúe a través de nosotros, convertidos en canales de su poder curativo, para que el Ki vital o personal y el Rei cósmico, alcancen la armonía. No es el practicante de Reiki quien se cura a sí mismo o cura a los demás; todo lo que hace es canalizar la energía universal que fluye a través de él. La misión del terapeuta cosiste en procurar ser un camino lo más despejado posible evitando el protagonismo.

Para que el Reiki actúe, basta con dejarle fluir. De hecho, tratar de orientarlo hacia un lugar determinado o de modificar mentalmente sus efectos puede ser un error. Los maestros aseguran que el Reiki es sabio y se dirige allá donde es necesario. Si faltan el equilibrio y la armonía en un área determinada, el Reiki lo detecta y obra en consecuencia. Por eso se dice que el Reiki da lo que necesita, no lo que se le pide. Muchas personas que se han beneficiado de él, cuentan que el Reiki apareció en sus vidas justamente cuando era preciso, ni antes ni después, aunque eso lo han comprendido más tarde.

mariposaDesde el Amor, la Conciencia y la Responsabilidad, en Luz y Amor, Aquí y Ahora.

“Hay una luz que brilla más allá de cuanto cubre la tierra.
Más allá de nosotros, más allá de los altos cielos.
Es la luz que brilla en nuestro corazón”.

Permisos para la Autodependencia – Jorge Bucay

Tomado de El Camino de la Autodependencia
Estos cinco permisos esenciales condicionan nuestro ser persona. Y ser persona es el único camino para volverse autodependiente. Estos permisos me permiten finalmente ser auténticamente quien soy:
vinetas_1Me concedo a mí mismo el permiso de estar y de ser quien soy, en lugar de creer que debo esperar que otro determine dónde yo debería estar o cómo debería ser.
vinetas_2Me concedo a mí mismo el permiso de sentir lo que siento, en vez de sentir lo que otros sentirían en mi lugar.
vinetas_3Me concedo a mí mismo el permiso de pensar lo que pienso y también el derecho de decirlo, si quiero, o de callármelo, si es que así me conviene.
vinetas_4Me concedo a mí mismo el permiso de correr los riesgos que yo decida correr, con la única condición de aceptar pagar yo mismo los precios de esos riesgos.
vinetas_5Me concedo a mí mismo el permiso de buscar lo que yo creo que necesito del mundo, en lugar de esperar que alguien más me dé el permiso para obtenerlo.

LAS TRES VERDADES – Jorge Bucay (Cuentos para Pensar)

Tomado de la introducción de Cuentos para Pensar
Jorge Bucay

Todos los que hemos vivido buscando la verdad, nos hemos encontrado en el camino, con muchas ideas que nos sedujeron y habitaron en nosotros con la fuerza suficiente como para condicionar nuestro sistema de creencias.

Sin embargo, pasado un tiempo, muchas de las verdades terminaban siendo descartadas porque no soportaban nuestros cuestionamientos internos, o porque una “nueva verdad”, incompatible con aquéllas, competía en nosotros por los mismos espacios o, simplemente, porque estas verdades dejaban de serlo.

En cualquier caso, aquellos conceptos que habíamos tenido como referentes dejaban de ser tales y nos encontrábamos, de pronto, a la deriva. Dueños del timón de nuestro barco y conscientes de nuestras posibilidades, pero incapaces de trazar un rumbo confiable.

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Mientras escribo esto, recuerdo de pronto El Principito de Antoine de Saint-Exupéry:

– En sus viajes por los pequeños planetas de su galaxia, se encontró con un geógrafo que anotaba, en un gran libro de registro: montañas, ríos y estrellas.

El principito quiso registrar a su flor (aquélla que había dejado en su planeta) pero el geógrafo le dijo:

“No registramos flores, porque no se puede tomar como referencia a las cosas efímeras”.

1247765485128_fY el geógrafo le explicó al Principito que efímero quiere decir amenazado de pronta desaparición.

Cuando el Principito escuchó esto, se entristeció mucho. Se había dado cuenta de que su rosa era efímera…

Y entonces me pregunto, por un lado: ¿existirán las verdades sólidas como rocas e imperturbables como accidentes geográficos? ¿o será la verdad sólo un concepto que lleva en sí mismo la esencia de lo transitorio y frágil de las flores?

Y por otro lado, desde una perspectiva microcósmica: ¿es que acaso las montañas, los ríos y las estrellas no están también amenazadas de pronta desaparición? ¿Cuánto es “pronto” comparado con “siempre”? ¿No son, desde esta mirada, las montañas también efímeras?…

Creo que lo que me gustaría hoy es intentar escribir sobre algunas ideas-montaña, ideas-río, ideas-estrella con las que me fui cruzando en mi camino.

Algunas verdades que seguramente son cuestionables para otros y lo serán también para mi, algún día, pero que contienen hoy, me parece, la solidez y la confiabilidad que da la indiscutible mirada del sentido común.

I. El primero de estos pensamientos confiables forma parte inseparable de la filosofía gestáltica y es la idea de saber que:

Lo que es, es.

(Escribo esto y pienso en la defraudación de quien me lee:”¡Lo que es, es!…” ¿ésa es la verdad…?)

El concepto, no por obvio menos ignorado, contiene en sí mismo tres implicaciones que me parece significativo remarcar:

Saber que “lo que es, es” implica la aceptación de que los hechos, las cosas, las situaciones, son como son.

  • La realidad no es como a mí me convendría que fuera.
  • No es como debería ser.
  • No es como me dijeron que iba a ser.
  • No es como fue.
  • No es como será mañana.
  • La realidad de mi exterior es como es.

Pacientes y alumnos que me escuchan repetir este concepto se empeñan en ver en él un dejo de resignación, de postura lapidaria, de bajar la guardia.

Me parece útil recordar, que el cambio. sólo puede producirse cuando somos conscientes de la situación presente. ¿Cómo podríamos diagramar nuestra ruta a Nueva York, sin saber en qué punto del universo nos hallamos?

Sólo puedo empezar mi camino desde mi punto de partida, y esto es aceptar que las cosas son como son.

La segunda derivación, directamente relacionada con esta idea es que:

quien-soy-yoYo soy quien soy.

Otra vez

  • Yo no soy el que quisiera ser.
  • No soy el que debería ser.
  • No soy el que mi mamá quería que yo fuera.
  • Ni siquiera soy el que fui.
  • Yo soy quien soy.

De paso, para mí, toda la confusión psicológica proviene de negar esta frase. Todas los comportamientos de neurosis empiezan, cuando tratamos de ser lo que no somos.

En Recuentos para Demián escribí sobre el autorechazo:

“Todo empezó aquel día gris, en que dejaste de decir orgulloso: ¡YO SOY! y-entre avergonzado y temeroso – bajaste la cabeza, y cambiaste tus dichos y actitudes, por un pensamiento: YO DEBERÍA SER…”

Y si es difícil aceptar que yo soy quien soy, cuánto más difícil nos es, a veces, aceptar la tercera derivación de “Lo que es, es”.

  • Tú… eres quien eres.
  • Es decir:
  • Tú no eres quien yo necesito que seas.
  • Tú no eres el que fuiste.
  • Tú no eres como a mí me conviene.
  • Tú no eres como yo quiero.
  • Tú eres como eres.

Aceptar esto, es respetarte y no pedirte que cambies.

Hace poco, empecé a definir el verdadero amor, como la desinteresada tarea de crear espacios para que el otro sea quien es.

Esta primera “verdad” es el principio (en sus dos sentidos) de toda relación adulta.

Se materializa cuando yo te acepto como tú eres y percibo que tú también me aceptas tal como yo soy.

II. La segunda verdad que creo imprescindible la toma de la sabiduría sufi: Nada que sea bueno… es gratis.

esfuerzoY de aquí se derivan para mí, por lo menos dos ideas.

La primera: si deseo algo que es bueno para mí, debería saber que voy a pagar un precio por ello. Por supuesto, ese pago no siempre es en dinero (¡si fuera sólo dinero sería tan fácil!).

Este precio, es a veces alto y otras muy pequeño, pero siempre, existe. Porque nada que sea bueno, es gratis.

La segunda: darme cuenta de que si algo recibo del afuera, si algo bueno me está pasando, si vivo situaciones de placer y goce es porque me las he ganado; he pagado por ellas, me las merezco.
(Sólo para alertar a los pesimistas y desalentar a los aprovechadores, quiero aclarar que los pagos son siempre por anticipado; aquello bueno que vivo, ya lo pagué ¡no hay cuotas posteriores!)

Algunos de los que me escuchan decir esto preguntan:

¿Y lo malo? ¿No es cierto que tampoco lo malo es gratis? ¿Si algo malo me pasa no es también por algo que hice… porque de alguna forma, me lo merezco?

Quizá sea cierto. Sin embargo, estoy hablando de verdades para mi incuestionables, sin excepciones, universales. Y para mí esta aseveración “me merezco todo lo que me pasa incluido lo malo”, no es necesariamente cierta.

Incorporar esta verdad (“Nada que se bueno es gratis”) es abandonar para siempre la idea infantil de que alguien debe darme algo porque sí, porque yo lo quiero. Que la vida tiene que procurarme lo que deseo “por mi sólo desearlo”, de pura suerte, mágicamente.

III. Y la tercera idea que creo que es un punto de referencia, podría enunciarla de la siguiente manera:

Es cierto que nadie puede hacer todo lo que quiere, pero cualquiera puede NO hacer lo que NO quiere.

10-07-08-ImagenDecisionMe repito: No hacer lo que no quiero.
Incorporar este concepto como una referencia real, esto es, vivir coherentemente con esta idea, no es fácil y, sobre todo, no es gratis.
(Nada que sea bueno lo es, y esto es bueno)

Estoy diciendo que si soy un adulto, nadie puede obligarme a hacer lo que no quiero hacer. Lo máximo que puede pasarme en todo caso, es que el precio sea mi vida. (No es que minimice este costo, pero sigo pensando que es diferente creer que no puedo hacerlo, a saber que hacerlo me costaría la vida).

Sin embargo, en lo cotidiano, en el pasar de todos los días, los precios son mucho más bajos. En general, lo único que es necesario, es incorporar la capacidad de renunciar a que algunos de los otros me aprueben, me aplaudan, me quieran.

El costo, como me gusta decirlo a mí, es que, cuando uno se anima a decir no, empieza a conocer algunos aspectos desconocidos de sus amigos: la nuca, la espalda, y todas esas partes que se ven sólo cuando el otro se va.

Estas tres verdades son para mí, ideas-montaña, ideas-río, ideas-estrella.

Verdades que continúan siendo ciertas a través del tiempo y de las circunstancias.

Conceptos que no son relativos a determinados momentos, sino a todos y cada uno de los instantes que, sumados, solemos llamar nuestra vida.

VERDADES-MONTAÑA… para poder construir nuestra casa sobre una base sólida.

VERDADES-RÍO… para poder calmar nuestra sed y para navegar sobre ellas en la búsqueda de nuevos horizontes.

VERDADES-ESTRELLA… para poder servirnos de guía, aun en las más oscuras de nuestras noche.

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